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Red Internacional

Marco Antonio Quesada Aguilar trabajó por 29 años en la Universidad de Costa Rica como profesor interino. Al inicio de este semetre ha quedado por fuera de la Universidad. Con un futuro incierto nos comenta su situación, su percepción de la UCR y sobre el futuro del interinazgo.

Martes 5 de mayo de 2020 | 22:19 | Edición del día

La Izquierda Diario Costa Rica: Marco ud es interino ¿cuál es su situación actual en la universidad?

Marco Antonio: Mi ingreso al régimen laboral propiamente dicho inicia el 26 de febrero de 1990 bajo la contratación como profesor interino licenciado sin continuidad ni dedicación exclusiva y alcanza hasta el día 15 de diciembre del 2019; es decir 29 años de mi vida que –según constancia emitida recientemente por la ORHUCR [Organización de Recursos Humanos de la UCR]- equivalen a 12 años, 7 meses y 29 días. Esto es así pues me “descuentan” todos los meses en que no he estado nombrado. Esto afecta mi pensión en adelante, pero también, hoy, me deja desempleado. Pero además se me informó sobre esto hace muy poco. Tenía ahorros y con eso sobreviví, pero desde el salario escolar no tengo ingreso.

Inicié la docencia en el año 1990 como Profesor de Cátedra a Tiempo Completo durante cuatro años en la Escuela de Artes Musicales en sustitución de quien ocupó la Dirección de la Unidad Académica en ese tiempo y concluí este recorrido nombrado tan sólo 9 horas en la Etapa Básica de Música de Santa Cruz, provincia de Guanacaste. No me quejo de los sitios. Todas son experiencias de vida y desafíos para cumplir con la misión encomendada.

En ese periplo anduve por la Sede de Occidente, por la Sede del Atlántico, por la Sede de Guanacaste, por los recintos de Paraíso y de Santa Cruz…pero cada vez fue más retirado y menos tiempo. De hecho, oferté mi nombre para laborar en la última ocurrencia de la administración Jensen Pennington; la Sede del Sur. Pero la Directora de la Sede me manifestó que a pesar de mi interés y disponibilidad esa solución era inviable puesto que el presupuesto de la nueva Sede era el mismo que sustentaba al Recinto de Golfito.

Recuerdo haber cursado por todas las aristas que puede endilgársele al término interino: suplencia, remplazo, sustitución, inopia…estúpido, esclavo. Sí. Porque la condición de interino no respeta, no valora, no reconoce ni el esfuerzo ni la dedicación.

LIDCR: ¿Qué tratamiento ha recibido de las autoridades?

MA: Ya desde el año 1989, Ciska Raventós formula ante las autoridades universitarias un enjundioso documento de nombre Propuesta de Desinterinización que no sólo puntualizaba la situación del momento sino que además ofrecía posibles salidas a este problema que ya empezaba a ser medular dentro de la institución.

Desde entonces la administración de la UCR es una cúpula de poder que no tienen interés en si l@s funcionari@s en condición de interinazgo se nutren y nutren a sus familias con zupia.

Hoy, 31 años después -en medio de esta pandemia- sus criterios no han variado. Por el contrario; ahora son más sardónicos y su iniquidad se extiende hasta el sector estudiantil que es la razón primigenia que justifica la existencia de una enseñanza superior que además siguen etiquetando de humanista.

En mi caso particular he invocado prácticamente todas las instancias institucionales. Todas inoperantes. El SINDEU, la Junta de Relaciones Laborales, las Direcciones Académicas de las diferentes Unidades Académicas en las que por 29 años he trabajado. También he tocado puertas en las Vicerrectorías, en la Oficina de Recursos Humanos. Incluso me he reunido con algun@s miembr@s del Consejo Universitario. He abordado al Rector cuando milagrosamente se aparece para pregonar que la UCR es una institución justa, inclusiva, de oportunidades para que tod@s -funcionari@s, operari@s y estudiantes- crezcan. Bazofia. Así resumo ese discurso vacío. Bazofia.

LIDCR: ¿Qué opina del rol del sindicato de la universidad ante el interinazgo?

MA: Las últimas dirigencias del SINDEU han desoído el clamor de este amplio sector de funcionari@s en condición de interinazgo que hemos sufrido los efectos de su desidia y su iniquidad.

LIDCR: ¿Algún mensaje para las y los trabajadores interinos?

MA: No me gusta colocarme en primera persona; considero que por los antecedentes mencionados y por las implicaciones que esto está teniendo en la UCR (allende la pandemia) es hora de ponerle coto a esta práctica que esa institución ha sacralizado a costa del futuro de sus docentes y de sus estudiantes: la condición de interinazgo.

Pero una cosa es cierta e innegable. Mi situación es la situación de cientos y cientos de funcionari@s y operari@s que hemos sido burlad@s, expoliad@s y ultrajad@s por este sistema que pregona justicia y equidad. Y por ser una verdad innegable yo asumo estoicamente el papel de adalid para que por medio de LA IZQUIERDA DIARIO esta situación trascienda allende los muros de esta institución que exuda conocimiento pero también vergüenza, desparpajo e injusticia.

Espero no ser la voz que clama en el desierto. Estoy seguro que mi clamor hará eco en la conciencia de much@s compañer@s que sufren de esta misma condición. Las grandes luchas sociales no pueden conquistarse en la retórica insulsa. Es necesaria la acción decidida, pero…¿será necesario que existan mártires?


Desde La Izquierda Diario hacemos un llamado por la reincorporación de Marco Antonio Quesada Aguilar, quien ha sido despedido por la Universidad, lo que vulnera los intereses fundamentales del docente interino.


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