Tras una filtración en el diario Wall Street Journal, la empresa del tercer hombre más rico del mundo confirmó que elevó el número de trabajadores que piensa despedir de 10.000 a 18.000. A pesar de haber obtenido ganancias multimillonarias durante la pandemia, Amazon busca ajustar su negocio despidiendo trabajadores.
Amazon despedirá finalmente a más de 18.000 empleados, una cifra récord, resultado de sumar los 10.000 anunciados el pasado noviembre y los que lo harán en las próximas semanas, informó este jueves la compañía de comercio electrónico estadounidense.
La empresa propiedad de Jeff Bezos, el tercer hombre más rico del mundo, que obtuvo ganancias multimillonarias durante la pandemia sigue a otras empresas tecnológicas que comenzaron una política de despidos masivos para garantizar mantener la rentabilidad en el próximo período.
La noticia se dio a conocer luego de una filtración del diario Wall Street Journal. Según una nota interna enviada a los trabajadores por el consejero delegado de la empresa, Andy Jassy, la decisión ha sido "particularmente difícil", debido a la incertidumbre económica y al elevado número de contratos hechos en los últimos años.
"En noviembre, comunicamos la difícil decisión de eliminar varios puestos en nuestros negocios de dispositivos y libros, y también anunciamos una oferta de reducción voluntaria para algunos empleados en el área de Personas, Experiencia y Tecnología", recuerda Jessy, que añade que en ese momento ya dijo que se esperaban más reducciones.
La mayoría de las salidas anunciadas hoy se centrarán en esta última división y en las tiendas de Amazon.
La empresa anunció que los despidos comenzarán a partir del 18 de enero. Amazon ya había anunciado junto a otras empresas tecnológicas como Meta, Netflix, Twitter o Lyft que comenzarían un recorte de sus plantillas con despidos masivos en diversas áreas.
Estas empresas son propiedad de las personas más ricas del mundo: Bezos, Elon Musk, Mark Zuckerberg, entre otros. Durante la pandemia las tecnológicas ganaron miles de millones de dólares, catapultando a estos empresarios a niveles de riqueza jamás imaginados para una sola persona en toda la historia de la humanidad.
Muchos de sus trabajadores, en el caso de Amazon todos, fueron considerados esenciales durante la pandemia de Covid-19 y obligados a trabajar incluso aun estando enfermos o arriesgándose a enfermarse, sin tener elementos de protección personal, que las empresas negaron durante mucho tiempo a entregarles.
De hecho este fue uno de los motivos de diversas protestas de los trabajadores de Amazon en Estados Unidos que exigieron estos elementos básicos de seguridad, como así también poder gozar de licencias pagas en caso de contraer la enfermedad. Bezos se negó durante meses a reconocer estas demandas básicas. La bronca acumulada por los trabajadores de Amazon derivó luego de la pandemia en un gran esfuerzo por intentar sindicalizarse para lograr conquistar sus derechos ante una empresa que utiliza los peores métodos de persecución y amedrentamiento para evitar la organización y los reclamos de los empleados.
Ahora la empresa dice que contrató demasiados empleados durante el período previo y que ahora no puede mantener esa estructura. Para Amazon no se trata de perder dinero sino de ganar menos de los que ganaba antes. Para los trabajadores, que durante el período anterior trabajaron en condiciones deplorables y con ritmos extenuantes, significa perder su empleo y sus ingresos. Son 18.000 familias que quedan en las calle. La organización y la lucha que vienen llevando adelante son la clave para enfrentar la prepotencia de estas empresas.
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